He creado cada una de estas coronas con flores preservadas y minerales cuidadosamente elegidos, con la intención de que sean algo más que una pieza decorativa. 

Son amuletos llenos de energía que se integran en tu hogar para traer armonía y equilibrio. Las flores preservadas mantienen su esencia y belleza natural con el paso del tiempo, mientras que los minerales aportan sus propiedades únicas, llenando el espacio con vibraciones que elevan el ambiente. Estas coronas son símbolos de protección y conexión con lo natural y lo místico, transformando tu hogar en un refugio donde la energía fluye con serenidad y calidez.

La corona Brigid lleva turmalina galvanizada y amatista.

La combinación de turmalina galvanizada y amatista une protección, transformación y equilibrio espiritual. La turmalina galvanizada refuerza la energía protectora de la turmalina negra, ayudando a transmutar vibraciones negativas en fortaleza y estabilidad. La amatista, por su parte, aporta calma, claridad mental y conexión espiritual. Juntas, estas piedras crean un escudo energético que favorece la paz interior y el crecimiento personal.